Santa Eufemia de Cozuelos



En el fértil valle de Ojeda, a poco más de un kilómetro de Olmos de Ojeda, se levanta la bella iglesia románica de Santa Eufemia de Cozuelos.

Paraje llano, campos de cultivos y al norte elevadas montañas. Santa Eufemia se encuentra englobada en la granja del mismo nombre, cuyos dueños explotan las visitas turísticas, así como un negocio de hospedería.

Dos corrientes arquitectónicas del románico palentino se dan lugar en esta iglesia. Su cabecera, en el puro estilo románico de Frómista, se une con una nave que viste bóvedas de crucería propiamente cistercienses.

Se sabe que en lugar existió un monasterio en el siglo X, del que solo se conserva la iglesia, de la cual se encargan de cuidar sus propietarios.

Amplios muros y líneas rectas que ascienden a los cielos y obras de arte en sus capiteles.

Santa Eufemia se encuentra en el transito de la llanura a la montaña y en el transito del románico al cister.

Situación: En la carretera P-227 que une las poblaciones de Herrera de Pisuerga con Cervera de Pisuerga y a la altura de Olmos de Ojeda.

 Recinto de la Granja de Sta. Eufemia de Cozuelos.
 Fachada sur.
 Cabecera.

 Detalle de una ventana de uno de los ábsides.
 En el muro meridional se encuentra la puerta más decorada de Santa Eufemia, que daba entrada a la iglesia desde el claustro que se adosaba en este lateral.

Un arco apuntado, con cuatro capiteles decorados con follaje en su mayoría y donde destaca uno que contiene un par de arpías encapuchadas. 
El románico utilizó a los animales -tanto reales como imaginarios- como portadores de virtudes o perversiones, con un sentido de enseñanza. 

Arpías; cara de mujer, cuerpo de rapaz y cola de serpiente.

Por lo general representaban poderes malvados.

Excelente talla conservada casi con total integridad.

Interior de la iglesia.
Sobre el crucero una bóveda que pasa del cuadrado al octógono y de este al círculo con gran fluidez.
Leones amontonados que entrelazan las colas con sus patas.

Un personaje (Sansón?) montando y desquijarando a un León.
El mismo personaje lo vemos sobresaliendo de la boca del león. 
Un personaje en el centro portando un cetro (tal vez David), se encuentra acompañado por figuras similares al que se encuentra desquijarando al León.

 Podemos entender la arquitectura románica cuando nos acercamos a la cabecera. El ábside era uno de los principales elementos del templo. El presbiterio es la zona más sagrada, donde la hostia y el vino se convierten en cuerpo y sangre de Cristo. Los ventanales se conformaban para que la entrada de luz se concentran en el presbiterio, llamando la atención de los presentes hacia ese punto (recordemos que que la luz es una de las representaciones simbólicas de Dios y esos rayos son como si el mismo Dios hiciera acto de presencia).

Un lateral de la nave se utiliza como museo y se encuentra un capitel que perteneció al claustro.

Personajes portadores de báculos rodean a dos plañideras ante un muerto, cuya alma es izada por la mano de Dios.
Amplitud y luminosidad.

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