Zamora



4/03/2017
Zamora no pudo hacerse en una hora!!! ni en dos!!!

Mucha piedra escuadrada, mucho nivel, mucha argamasa. El románico se explayó en esta pequeña ciudad, abarrotada de edificios que en un día radiante como hoy refulgen y la convierten en una ciudad blanca.

Zamora no es solo románico, entre sus calles descubrimos un buen número de edificios modernistas, intercalados entre construcciones más antiguas y las iglesias románicas, armonizando y creando un espacio único.

Más de una hora (y de dos) empleamos en recorrer su avenida principal, sin prisas, disfrutando de la arquitectura urbana, del comercio de una mañana de sábado, donde los vecinos hacen sus compras, pasean o disfrutan del sol.



San Isidoro del Carmen.

Portillo de la Lealtad o de Traición.
Con arco de medio punto. Primer recinto amurallado de la ciudad.
Con su grupo de casas adosadas, en un intento e ahorra la construcción de un muro u obtener las seguridad del recinto.

Por los jardines, fuera de las murallas.
Catedral de Zamora.
Puerta del Obispo

Cimborrio de la Catedral de Zamora

Se levanta en un momento de remanso románico, donde todas las influencias constructivas son aceptadas (iglesia bizantina de Sta. Sofia de Constantinopla).

Pero el cimborrio de la zamorana supone algo más que un alarde estético y constructivo.

El simbolismo, la magia de trasmitir sin palabras, nos llama a contemplar las escamas que lo recubren. La referencia a los peces, a la relación con el bautismo de agua, como encarnación de Cristo, o como símbolo del alimento espiritual junto al pan en la eucaristía.




El Castillo.
Utilizado como espacio para exposición de esculturas.




Vista de la Catedral desde las murallas del Castillo.


El Duero
Puente de Piedra. Sobre el río Duero, desde su construcción hasta la actualidad han sido varias las reformas que ha sufrido. Remendando las destrucciones por los impulsos del Duero en sus crecidas primaverales o aquella a principio del siglo XX que desmontó las torres que existían en los extremos del puente, como elementos de vigilancia y control del cobro de portazgo a las mercancías que entraban en la ciudad, para favorecer el paso de los vehículos automóviles.

Mirador del Troncoso
Mural del poeta Claudio Rodriguez
Plaza e iglesia de San Ildefonso.

Estrechas calles de acceso a la plaza

Rua de los Francos
Iglesia de Sta. María Magdalena.

La portada meridional. Su decoración vegetal trata de explicarnos el paraíso celestial.
Aparentemente la contemplación de tanto románico puede dar lugar a una saturación. El resplandor de la luz sobre tanta piedra blanca (recordemos que con el románico "el mundo sacudió su vetustez para ceñirse con frescura un manto de santuarios blancos"), ofrece una visión plana, similar, igual de todas las iglesias a los ojos de los no iniciados.

Pero a su vez, el amante del románico encuentra en esta multitud de iglesias una falta de la originalidad de los pequeños templos de la arquitectura rural.

Parafraseando: La Magdalena quizá sea la iglesia zamorana más agradable de contemplar. Pero denota un románico algo ya fatigado, con maestros escultores que primorosamente labran un mundo vegetal, pero a los que parece faltar las fuerzas para dotar a sus tallas de un contenido simbólico vivaz. En contraste con ellos, el maestro del sepulcro de la Magdalena ofrece un mundo rico en ideas y soluciones"
Adosado al muro norte, llama poderosamente nuestra atención el gran dosel de piedra sobre el sepulcro que se apoya sobre tres columnas primorosamente decorados por animales fantásticos que entrelazan sus cuellos.
Harpias.- Cabezas humanas unidos a cuerpos de animales alados. 



Escaparate que muestra los productos aconsejados en el reciente carnaval.

Plaza de Viriato. Un punto importante en la ciudad al encontrarse en ella el edificio de la Diputación Provincial y el Parador de Zamora. Debe su nombre a la escultura de Viriato que se encuentra en ella.

Pero lo que llama mi atención es la red de ramas de los platanos de sombra. Como el micelio, las ramas se entrelazan formando una red que protege y dará sombra en el verano.


Viriato.

Teatro Ramos Carrión.
De estilo modernista, fue totalmente renovado el interior.
Iglesia de San Juan de Puerta Nueva. Llamada así por encontrarse junto a una de las puertas del recinto amurallado interior de la ciudad. Dedicada a San Juan Bautista.

Sobre la portada meridional, un hermoso rosetón.

Plaza Mayor con la iglesia de San Juan.


Edificios modernistas en la Plaza de Sagasta.
A diferencia de un estilo practico, el modernismo busca crear una ciudad agradable, elegante, moderna y alegre. Es un estilo típicamente urbano y burgués, con un fuerte componente ornamental inspirado en la naturaleza, la flora y la fauna.
Leones alados como remate de la fachada.
Y todos ellos muy arreglados.

Plaza de la Constitución.
Con la Iglesia de Santiago del Burgo.
A destacar: rosetón superior y dos arcos geminados que apoyan sobre un capitel pinjante.

Adoptame


Iglesia de San Esteban.  



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