Ermita y Pico de San Froilán




11/03/2017
                                                   La ermita, cuenta la leyenda, fue construida por el propio San Froilán.
 Con esfuerzo y tesón el ermitaño iba acarreando las 
piedras ayudado de un borriquillo.

                                             Por esos lares campeaban los lobos, y uno tuvo la desfachatez 
de dar presa al burro del que
                                                 tiempo después sería santo. Enojado Froilán,
 apreso a la alimaña, le cargó con el serón
 y le hizo acarrear piedra hasta finalizar la ermita.

La escasez de nieve, la ausencia de lluvias y el buen tiempo de los últimos días me hace pensar que los arroyos lleven poca agua. Pero cuando alcanzo el alto de la Cascada de Nocedo, veo que el Valdecesar -el arroyo que en verano baja manso y tranquilo por estos parajes- hoy baja como caballo desbocado. Alcanzar la orilla opuesta suponía algo más que un ejercicio de funambulismo con toda esa agua y las rocas húmedas. 

Cambio de planes. Alcanzar el Pico San Froilán desde la Cascada de Nocedo, remontando el arroyo de Valdecesar, queda pendiente para el verano, o tal vez en otoño, cuando su hayedo vista tintes  otoñales.

Para aprovechar el viaje, y como tengo aún tiempo hasta la hora de comer, decido hacer la subida al pico desde el pueblo de Valdorria. De este modo, con unos cuantos metros menos de desnivel, salgo desde Valdorria con paso relajado. Sin bastones, con la cámara en la mano disparando a todo lo que se menea, disfrutando del sonido del obturador y componiendo imágenes que en su mayor parte van directamente a la papelera.

Y sin darme cuenta llego a la Ermita de San Froilán.

Los monjes-santos bien supieron elegir los mejores emplazamientos para meditar, para contemplar y para disfrutar de la naturaleza. Desde el mirador de la Ermita de San Froilán, la ladera se precipita vertiginosamente hacia el arroyo Valdecesar que al fondo del valle serpentea antes de meterse en el estrecho de la cascada de Nocedo, mientras que a nuestro alrededor se levantan algunas de las principales montañas del Curueño: Peña Galicia, Valdorria, Prado Llano, Cueto Ancino....

Desando algunos metros y comienzo a subir por la ladera hacia el pico. La maturranda (maleza) lo inunda todo. No hay (o no encuentro) un sendero. Todo el disfrute tenido por el camino de la ermita, se ha tornado en una pelea contra la vegetación. 

Con alguna trepada, alcanzo la cima. Y desde mi atalaya veo que es posible que esta no sea la cima del Pico San Froilán. Por oriente, una cima con similar altitud y estructura me da que pensar que esa si puede ser el San Froilán.

Gran dilema, enredarme de nuevo entre escobas y aliagas o disfrutar de un café con pincho de tortilla en rebanada de pan untada con tomate? 

Qué débil es la carne!!!!

Valdorria y los riscos donde se encuentra la Ermita de San Froilán

El camino serpentea tanto que vuelve a darnos vistas del pueblo de Valdorria. Y al fondo el valle del Valdecesar.
El pico Valdorria protege al pueblo de los vientos del norte.

Buenos momentos pasaría el ermitaño con su burro por este sendero.
Ya vemos las cimas gemelas de Peña Galicia y el valle por donde pasa el arroyo Valdecesar.


Ermita de San Froilán


Desde el balcón. Las laderas descienden en busca de las aguas del arroyo Valdecesar que ahora corre embravecido para emprender vuelo en la Cascada de Nocedo. 
Al frente izquierda la Peña Morquera. 
San Froilán
Ascendiendo hacia el pico. La ermita se encuentra detrás del gendarme de la izquierda.
Panorámicas desde la cima.
Esa pirámide que altura tendra?😅😅😅😅😅

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