Wales: Grassholm, la isla de los alcatraces



23/06/2015
Cada primavera cerca de 40.000 parejas de alcatraces se desplazan hasta la isla de Grassholm para reproducirse.

A trece kilómetros de la costa de Pembrokeshire, Grassholm es el punto mas occidental de la costa de Gales. En su cara norte, protegida de los vientos dominantes del sur, se sitúa la colonia.

Cuando te aproximas, sientes el profundo olor a guano de miles de aves.

En el cielo, en agua y en tierra, miles de alcatraces. Acostumbrados a verlos volar en solitario o por parejas, siempre en la lejanía, ver cientos de ellos parados nos deja boquiabiertos. El balanceo del barco no permite fijar la atención en un punto, y son tantos los que llaman nuestra atención que nuestra cabeza parece un ventilador.

Pasados los primeros minutos, nos serenamos y podemos darnos cuenta de donde estamos. El barco avanza y un nuevo recodo aparece tapizado por cientos, miles de alcatraces.

El capitán pone en marcha el barco y nos traslada a un punto donde el cielo esta plagado de alcatraces. Las pelágicas, de alas estrechas y casi dos metros envergadura, que recorren los mares sobre las crestas de las olas aprovechando las corrientes que se producen entre ellas.

De propiedad de la RSPB (Real Sociedad para la Protección de las Aves) el acceso a la isla esta prohibido.  Únicamente en octubre, ya finalizada la época de reproducción, miembros de la sociedad desembarcan en las isla para retirar de los nidos los plásticos que muchas aves recogen en el mar y utilizan para sus nidos, ya que en ellos se traban las patas de los pollos y les impiden moverse y hará que perezcan atrapados en él.

El capitán pone rumbo a Martin´s Haven.

Estar algo alejados de la costa nos permitirá encontrarnos con alguna balsa de pardelas pichonetas.

De nuevo en Martin´s Haven. Hoy embarcamos en el Lady Helen.
 A nuestra derecha queda la isla de Skomer
Fulmar boreal


Grassholm, la isla de los alcatraces. La zona blanca es la colonia de alcatraces.


Cientos, miles. No parece haber un lugar sin ocupación.
Como la playa de Cullera un domingo de agosto.

En esta imagen se ven un par de pollos.


Se observan pollos de distinto tamaño.

Compartiendo el espacio con los araos.




En la pared más vertical, con repisas más estrechas, sitúan sus nidos las gaviotas tridáctilas.



Seguimos volteando la isla, el espectáculo es increíble.




El capitán separa el barco para que podamos tener otra perspectiva de la isla.






Descubrimos una foca con su cría.
En esta parte los dominantes son los araos.








El cielo tachonado de aves.






Fulmar boreal







Cientos, miles ......



A la vuelta nos encontramos con algunas balsas de pardelas pichonetas descansando (descansando hasta que las encontramos)







 Secuencia de un despegue de unos puffin.

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