Valle los Tejos




24/02/2013

Al ver las fotos, he tenido la impresión de haber portado el anillo a través de las puertas Mordor. Solo me faltó encontrarme con goolum. Tal vez esos ruidos??? o las sombras de aquel momento???

Otro día de mal tiempo. En lo que llevamos de invierno, el mal tiempo parece que se encuentra abonado al fin de semana (aunque entre semana no es que veamos mucho el sol).

Valle los Tejos, bonito nombre para ese pequeño bosque de tejos. El día no acompaño para pararse con las fotos. Nieve, viento y frío, lo típico de estas fechas.



La primera puerta.
Más próximos a ella, impresiona más.

Y todo el paso lleno de agua.

Tejo aislado.
Tejera del Valle los Tejos.

Composición de varias fotos.
Otro ejemplar aislado.
Decido continuar por el valle.

Otra puerta
Esta de nieve.


Autofoto para dar un poco de color al reportaje.

La última puerta.
La puerta de Mordor?
Regreso por mis huellas.



7 comentarios:

  1. El mal tiempo te acompaña Pepe...Vaya imagen la puerta de Mordor (impresionante!!. Información muy relevante sobre la tejera de esa aislada ladera. SAludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A ver si mejora un poco el tiempo y podemos hacer una salida juntos.
      Saludos.

      Eliminar
  2. Hola Pepe,
    ¡como te gusta la nieve!

    Bonito reportaje y cautivadoras fotos.
    Enhorabuena.
    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me gusta más la primavera, los colores y la buena temperatura, pero ahora toca nieve.
      Saludos.

      Eliminar
  3. Sin duda es esta una de las tejedas (o tejeras) más meridionales y "mediterráneas" de la Cordillera Cantábrica a su paso por la provincia de León, quizá la más meridional de todas, cualidad que la hace más sobresaliente aún si cabe que lo que de por sí ya merece por la particular idiosincrasia del porte chaparro y atormentado de sus escasos y retorcidos pies, o por el pelaje cobrizo que han adquirido algunas zonas de su crespo y enervado ramaje, debido esto último a la sobreexposición al sol que sufren en las horas centrales durante el verano. Si te acercas hasta allí en esta época del año, entre finales de Mayo y bien avanzado Junio, verás que entre los tejos florecen bellos ejemplares de plantas de hábitat mediterráneo o templado, como las airosas peonías carmesíes que contrastan con silvestre sabiduría la elegancia metálica de sus corolas con el hieratismo nival de hermosos gamones blancos, y con amarillentas árgomas floridas que tapizan de oro y limón el verdoso manto de brezos que acoge a los tejos. Todo ello le confiere a aquel bucólico paraje el aspecto de un multicolor jardín edénico y virginal que hará las delicias de tus sentidos visual y olfativo. Es lugar este donde se verifica el cruce de climas botánicos, pudiéndose observar multitud de especies de una y otra familia climática. El pago es frecuentado además por rebecos que corretean y brincan por los arriscados peñascos que cierran por arriba la ladera donde se asientan los tejos. Lugar de pastoral silencio y recogimiento, muy adecuado para la meditación y la calma, con vestigios arqueológicos relevantes también, tales como conducciones hidráulicas de cierto fuste y abolengo, así como posible paso de itinerarios antiguos de peregrinación, como tiene documentado algún historiador astorgano que se ha ocupado de estos intrincados y misteriosos asuntos del pasado.

    Te imagino sabedor de que continuando por el valle general por el que accediste al paraje en la misma dirección oeste a la que se orienta, conquistando las alturas del collado de afamada resonancia épico-geográfica que por este lado lo cierra, y descendiendo a las contiguas majadas de femenina santidad plural que al otro lado languidecen en el abandono de los siglos y de los usos, te hallarás ante otra vieja y desconocida tejera leonesa, anclada en los abesedos oscuros de pindias laderas de un monte que albergó alguna importante viesca (o biesca) de la que apenas si quedan vestigios, transformada hoy la zona por la acción repobladora de las castellano-junteras fuerzas políticas que administran la naturaleza nuestra, tan olvidada, tan solitaria, tan leonesa.

    Gracias por compartir las fotos y la experiencia de tus visitas a los rincones leoneses donde sobreviven los tejos y los maravillosos bosques de nuestra tierra. Estoy leyendo tu blog y aprendiendo un montón de cosas sobre lugares que desconocía, y aprovechando para viajar con la imaginación a tantos y tantos sitios a los que no me dio tiempo a ir todavía. Las fotos son magníficas.

    Un saludo de un amante de los tejos,

    Carlos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Las gracias te las tengo que dar yo por este comentario.
      Veo que eres un gran conocedor de la zona, que he reservado de no indicar su situación.

      Pues no conozco esa Tejeda que me indicas. Tendré que ponerle remedio.

      Es curioso, leo hoy este comentario y ayer por la tarde, estuve por los altos de Valporquero conociendo un pequeño bosquecillo de tejos que hay entre los roquedos que descienden de la cima del pico Valporquero hacia las Hoces.

      Imagino que conocerás el tejo de Borbonejo. Si la respuesta es negativa, tienes que ponerte a ello de inmediato. No veas que árbol y que paraje.

      Espero compartir más comentarios.

      Un saludo Carlos.

      Eliminar
  4. Hola Konico. De oídas y por aparecer en alguna literatura relativa al mundo de los árboles conocía la existencia del extraordinario tejo de Borbonejo del que me hablas, aunque, lamentablemente para mí, nunca estuve físicamente en el lugar en el que se encuentra ni por sus alrededores. Esta es una más de las infinitas lagunas que pueblan el mar del desconocimiento mío de la naturaleza y de la montaña leonesa. La verdad es que es tan vasto y tan variado el territorio de León (y ya no digamos de León en conjunto con Asturias) que conocerlo todo o haber ido a todos los sitios es una tarea enormemente dificultosa, casi casi imposible. Cuántas veces habré pensado en subir al Pico Moro, a Peña Rionda, al Aguasalio de Crémenes, al Jaido, montañas que siempre que paso a sus pies atraen mi atención irresistiblemente... Pero ya ves, se pasa el tiempo, y no termina uno nunca de hacer lo que tiene en la cabeza.

    Quizá te interese saber que en Verdiago, al pie mismo de la carretera, hubo hasta hace unos años un ejemplar de tejo junto a una casa, no tan grande como el de Borbonejo, claro. Este ejemplar de Verdiago ha desaparecido, ha debido de ser talado por su propietario. Una lástima, era muy bonito.

    Sobre los tejos que me comentas de Valporquero de Torío te puedo decir que desde el mismo aparcamiento del mirador que hay encima del pueblo, mirando hacia el hayedo, en invierno se distingue claramente la existencia de unos cuantos pies de tejo entre las hayas. Creo que el topónimo "valporquero" puede estar relacionado con el tejo. aunque no sabría ahora mismo explicar la etimología de la palabra, pero sé que aparecen "valporquero" y otros étimos relacionados en diversos lugares en los que existen tejos. Quizá tú me pudieras dar alguna noticia sobre ello; veo que te manejas de maravilla con el aspecto lingüístico del conocimiento del mundo de los tejos, pues no en vano todos o casi todos tus pasos montañeros -no creo que sea por casualidad- frecuentan la proximidad de topónimos tejeros al cien por cien.

    Te felicito nuevamente por las formidables fotografías y por la información interesantísima que das, tanto de ascensiones a cumbres como de bosques. No te imaginas cómo me ha prestado encontrar tu blog en el que se habla de lo que me mola: los teixos.

    Carlos



    ResponderEliminar