Peñaruelo 15/10/2009


Recupero una actividad de hace tres años (como pasa el tiempo!!!)
Es un escrito de esos que se te ocurren cuando asciendes ensimismado. De aquella no tenía blog, hoy que si lo tengo pues lo pongo.

 
Vista del Peñaruelo desde la cima de Peña Armada. 



Acabo de cruzarme con uno de esos coches que más que coches parecen discotecas ambulantes. Jope! parece que todos están cortados por el mismo patrón; colores llamativos, espolier delantero o trasero, un buen alerón, volante alzado por una pieza intermedia que aparentemente permite al conductor conducir con el mentón y sobre todo: ventanillas abiertas para que salgan los decibelios de sonido.

Y siempre que veo uno de estos me pregunto ¿dónde conseguirá esta gente esos CD de música?

Ayer por la tarde he ido al monte.
Mi objetivo era subir al Peñaruelo, pequeña cima de 1.600 metros de altitud situada en las proximidades del embalse de Vegamian. En principio la subida no tendría que plantearme ninguna dificultad, por lo que decidí hacerla más amena intentando recorrer la larga cresta que comienza próxima al muro de la presa y con dirección oeste-este alcanza la cima. Pero mi propósito no finalizaba en la cumbre, ya que en la ladera este del pico y doscientos metros por debajo de esta, se encuentra el Tejo del Peñaruelo.

Este ejemplar de tejo presenta dimensiones que hacen de él ejemplar notable.

Y a eso de las 18:30 de la tarde me encontraba maldiciendo en medio de la arista con precipicios hacia la ladera norte y literalmente atrapado entre retoños de encina de la ladera sur.

¡Carajo con la excursión sencilla!!!!!

Al final no me queda más remedio que descender por la ladera norte. Poco a poco, con cuidado, buscando el mejor destrepe consigo llegar a un bosque de hayas, y desde este a un sendero que recorre la ladera norte y que abandonaré en las proximidades de la cima para nuevamente alcanzar la arista y ganar la cima.

La vistas desde la cumbre son fabulosas; el embalse y las cimas que lo circundan: Peñaverada, Susarón, Peña Mahón, Peñaforcada. Y en la lejanía, pero con muy buena visibilidad Las Pintas y el Espigüete. Pero son las 19:00 y la puesta de sol por estas fechas es cuarenta minutos más tarde y el tejo no se ve por ningún lado. Me voy hasta las caídas de la vertiente este y no pueda ver nada al haber dos gradas por debajo. Me apuro por lo tarde que es, pero me fastidia marcharme sin ver el tejo. Desciendo la primera grada y me asomo al precipicio y veo el Tejo del Peñaruelo al fondo.

Algo mas abajo veo una pista. Si desciendo rápido aún puedo alcanzar esa pista, y aunque se me haga de noche por la pista puedo regresar sin problemas.

El Tejo del Peñaruelo es un árbol notable, enraizado en una ladera de fuerte pendiente ha logrado enderezar su tronco para hacerse ver.

Y desciendo rápido hacia la pista que me llevará hasta la carretera que circunda el embalse. El sol se ha metido antes de alcanzar la carretera, pero aún persiste una luz tenue que me ha permitido encontrar un CD pirata tirado en la cuneta.
Lo meto al bolso.

Recorro los seis kilómetros de carretera que me quedan para llegar al coche con la luz de la frontal y siempre mirando a la cuneta.
¡Coño! Otro CD. Este no lo he recogido al estar en la cuneta cubierto de agua. Sigo mi caminata y ¡otro CD! Que lo meto al bolso y sigo caminando ya en plena noche y; ¡No me lo puedo creer! Otro CD. Y de nuevo para el bolsillo.

He llegado al coche a las 20:45 y lo primero que hago es ver si los CDs funcionan. Y si… si funcionan. Son de música estridente pero funcionan.

Y ahora creo que conozco la respuesta a la pregunta que me hacia al principio: LOS CONDUCTORES DE LOS COCHES DISCOTECAS CONSIGUEN LOS CD EN LAS CUNETAS


El Peñaruelo desde la compuerta del embalse.



Un camino hasta el pequeño refugio, luego, por donde se pueda. 

 El bosque de Pardomino.

 Alcanzo la arista y tengo una buena vista del embalse y sus montañas.


 Veo todo el recorrido que aún me resta a la cima.

Una arista por la que no voy a poder continuar; desplomes a la izquierda vegetación tupida a la derecha.


Tejos.


Los Mampodres.


La cima con su discreta cruz. Al fondo Las Pintas. Mucho más al fondo el Espigüete.


Un momento de paz. Pero hoy no puedo pararme.

El tejo, ya veo el tejo.
El tejo del Peñaruelo.

3 comentarios:

  1. No paras Pepe...anda que si tienes que meter todas las rutas realizadas vas a tener que pillar la jubilación anticipada!!!
    Me temo que tendré que volver al Peñaruelo para acercarme al tejo.
    Hasta pronto

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    1. Pero si apenas salgo al monte. Y referente a lo otro, creo que si me pillo la jubilación no voy a tener tiempo para estas cosas.
      También a mi me apetece acercarme al tejo.
      Saludos.

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