Las Tres Marías y peña Ortegal




06/06/2012

Las Tres Marías, las cimas más emblemáticas del valle de Casares.

Es desde el valle de Villamanín desde donde las Tres Marías se muestran más espectaculares, tres cimas muy próximas y tan puntiagudas que parecen querer rasgar el cielo en todo momento.

En el propio valle, las Marías no llaman tan poderosamente la atención, salvo por su cara norte, donde la primera María (El Palero) se yergue poderosamente como cualquiera de las Torres del Paine.

Las Tres Marías, que en mis tiempos jóvenes llamábamos: María Emilia, María Eugenia y María Laura, y cuyas cimas son denominadas por los locales: Palero, a la más baja, María de Enmedio a la segunda y María de los Corros la tercera y de mayor altura.

Un recorrido duro para esta larga tarde de primavera, junto a Pepa y Ángel Javier.

Como remate final, ascenso de la llamada cuarta María: Peña Ortegal, que más que para hacer récord, lo es para descender por las suave ladera norte de esta cima y poder contemplar la ostentosidad de las caras norte de dichos picos. 


Partimos de Casares de Arbas. 
Las Tres Marías desde el valle no tienen la agresividad, ni la apariencia que presentan desde el cercano valle de Villamanín.
A nuestra derecha la Muezca, perteneciente a la Sierra de las Cangas.

Y a la izquierda, el no menos impresionante espolón de la Barragana y algo más alejado, la Meloita.
El embalse de Casares lleno hasta las trancas.
Otra vista de la Muezca.

Bajo un cielo amenazador, Javier busca el camino de subida.

Contraste entre los precipicios de la cara norte y las laderas más humanas de la sur.

Un ascenso aéreo, sencillo pero sin distracciones.
Buscando la arista.
Caídas a plomo. En el fondo del valle el refugio por el que pasaremos al descenso.

Cima de la primera María, El Palero (1.883 m.).
Las Ubiñas.

Unas risas.
Los precipicios de la cara oeste, nos obligan a descender por la ruta de ascenso.

Para evitar perder mucha altura, realizamos un flanqueo que nos lleve a la zona intermedia entre la primera y la segunda.
Los paredones de la cara oeste del Palero miniaturizan a mis compañeros.

Con el Cueto Negro como telón de fondo.
A punto de entrar en la canal que nos permite el ascenso a la segunda María, con un soberbio Palero a nuestras espaldas.

Hito en la cima de la segunda María. 
Con diferencia la que presenta mejores vistas de las otras cimas.
Espectacular.
Continuamos. El descenso al collado intermedio es factible por la arista oeste.
Y desde este collado, nos colamos por empinados campos a la cara norte.
Donde con poco esfuerzo alcanzamos la cima de la tercera María, La de los Corros.


La arista por la que hemos descendido de la segunda María, se muestra terrorífica y vertiginosa. Algo visual pero no real, ya que el descenso es de lo más sencillo.
Resto de montañas de esta cuerda, alto de la Brazosa, Barragana y Meloita.
Casares de Arbas (sin acento) y el embalse.
La Muezca miniaturizada.

El último tramo de arista antes de llegar a la cuarta María.
Peña Ortegal.
El descenso por la vertiente norte de las Marías, por el estrecho valle que recorre el arroyo Casares. Con unas imágenes muy espectaculares del Palero.

El Palero.



La Meloita, Peñas de Prado y la Barragana.

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